jueves, 3 de noviembre de 2011

Cyan

Algunos preguntarán... ¿qué es en realidad lo que piensas? y yo nunca sabré que contestar.

El color de la vida cambia, pasa del gris al amarillo, de rojo a blanco y en algunos lapsos, en pequeños instantes se combinan. Y es así, en un fragmento de mi vida acompañada de un presente que no es el de hoy y que tampoco es el de mañana, en un presente pasado y cercano porque tal vez soñé despierta, en un segundo impulsivo, en un impulso incontrolable y necesario, en una necesidad precisa, en una precisión inesperada y en una esperada situación que no podría yo explicar, quise mezclar dos colores que quizá no combinan. Verde y Azul, no sé lo que resulta, ¿verde agua?, ¿Azul verdoso?, ¿Verde azulado? y no me importa saber porque de todas formas a mí me gusta como se ve, quizás a ti también.

En una espiral que cae sobre mi cabeza y que viene desde alguna lejana dimensión del universo, me llegan toda clase de ideas coloridas, extrañas. En el pensamiento que me lleva como el mar, en el vaivén de las olas, me arrastran de pixel en pixel,  de línea en línea y lo que predomina, lo que está abarcando gran parte de mi mente es el sustractivo, el cían que varía  <con el estado de ánimo>, la longitud de onda para llegar al turquesa, al agua marina y todos los demás derivados.

No me canso de mirar.




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