miércoles, 5 de octubre de 2011

Tereseando

           Todo lo que a continuación será narrado es mera ficción sacada de alguna parte de mi mente pero, no por ser ficción significa que la realidad queda absuelta del caso.



          Un chico, Carlos, una chica, Verónica,  se conocen, toman un trago, se hacen amigos y al tiempo terminan haciéndose novios.

V.- Amor, ¿Me compras un helado? se me antojó uno de chocolate.
C.- Claro que sí mi vida, todos lo que quieras, vamos.
V.- Cielo, mira que oso tan bonito y suave, hay, que lindo está, creo que quiere irse conmigo.
C.- Tómalo, yo te lo compro.
V- Gracias, será como nuestro hijo y se llama Carlitos.

C.- Recuerda que en tres días es la fiesta de mi primo.
V.- Yo no tengo muchas ganas de ir
C.- ¿Por qué no? quiero que toda mi familia te conozca.
V.- Por eso mismo, no tengo ropa adecuada y no quiero quedar mal ante ellos.
C.- Princesa, no seas tontita, vamos ahora mismo a comprarte ropa, toda la que quieras.
V.- ¿ y maquillaje también?
C.- Sí y necesitas algunos pares de zapatillas que combinen con la ropa.

C.- Deberíamos irnos de viaje, tú y yo, solitos, sin trabajo, sin amigos.
V.- Mis vacaciones serán hasta Febrero y es Octubre.
C.- Lo sé
V.- Entonces no puedo ir.
C.- Amor, lo he pensado bien, no me gusta que trabajes en ese lugar, es demasiado para mi princesa.
V.- Yo necesito trabajar, no soy rica.
C.- Pero yo sí y no quiero que trabajes. ¿Y si renuncias y te doy una cuota mensual? será mucho más dinero del que ganas.
V.- ¿Harías eso por mi?
C.- Eso y más.
V.- Vámonos de viaje ahora mismo, pero, quiero que me lleves a Francia y nos quedemos en el mejor hotel.
C.- Claro.

V.- Extraño Francia y ahora con toda esa bella ropa que me compraste ya no quepo en mi casa.
C.- Tal vez deberías organizar mejor el guarda ropas.
V.- No, lo que necesito es un departamento más grande. Comprame uno cariño, será nuestro nidito de amor.
C.- Me gusta la idea, vayamos a buscar alguno.
V.- Pero que sea en la mejor zona, así e quedarán cerca todas mis amigas de la ciudad.
C.- Está bien.

C.- Quedó muy lindo tú departamento y mira que bella cama, querré dormir aquí contigo todas las noches.
V.- Sería perfecto pero bien sabes que no se puede, a tus padres no les gusta la idea de la unión libre.
C.- Lo sé, pero algunas noches me escaparé para estar contigo.
V.- Y como ahora vivimos cerca puedo ir a visitarte.
C.- Yo puedo venir todos los días pero me gusta que vayas a mi casa.
V.- el único problema es el transporte, casi no hay taxis por aquí. De seguir trabajando tal vez ya tendría mi propio auto.
C.- Si amor, pero ese trabajo no me gustaba para tí.
V.- Entonces regálame un carro, aunque sea pequeñito para ir a verte todos los días.
C.- ¿Irías todos los días?
V.- Sí
C.- No se diga más, mañana a primera hora vamos a comprarlo.

C.-Que bonito carro, ¿en donde lo compraste?
V.- Tonto, tú me lo has regalado.
C.- Es que tienes un novio que te ama. Por eso tienes uno de los mejores autos deportivos como muestra de todo lo que te amo.
V.- Eres el mejor, yo también te amo.

          Algunos meses después y muchos regalos más...

V.- Me encanta este restaurante, siempre ha sido mi favorito.
C.- Te traje porque necesito decirte algo muy importante. ¿Quieres ser mi mujer? ¿Te casarías conmigo?
V.- Sí, acepto.

V.- Amor, te agradezco que me tengas la confianza y hayas decidido que nos casáramos por bienes mancomunados.

C.- ¿Ves esa casa?
V.- Sí, está bellísima, es una mansión.
C.- ¿Te gusta?
V.- Sí, mucho.
C.- Es tuya, ahora ahí viviremos.
V.- Mi amor, gracias. Te amo, te adoro. Pero, ¿Qué pasara con el departamento?
C.- Pues ese departamento es tuyo, puedes rentarlo.

          Un año después. Carros, Viajes, Regalos, Ropa, Cruceros y demás. Carlos cedió la mitad de sus acciones a Verónica pues ella insistía que deseaba trabajar y ser útil.

V.- Carlos, necesito hablar contigo.
C.- ¿Sucede algo amor? ¿Necesitas ayuda con el trabajo?
V.- No, el trabajo está bien.
C.- ¿Entonces?
V.- Lo que pasa es... verás...
C.- Díme, tranquila.
V.- Últimamente me he sentido muy confundida, las cosas no están muy bien conmigo, creo que necesito espacio.
C.- ¿Espacio? pero, ¿por qué? ¿Qué he hecho mal?
V.- No, tú estás muy bien, pero, soy yo, necesito tiempo para organizar mis ideas.
C.- Verónica, yo te amo demasiado, te daré ese espacio que necesitas, no te cuestionaré me voy de la casa para que te sientas cómoda. 

C.- ¿El divorcio? pero, te dí el tiempo que necesitabas, ¿por qué ahora deseas irte?
V.- Esto es duro Carlos, también para mí, pero... ya no te amo.
C.- Verónica, amor, entiende, yo te amo, no puedo resistir la idea de estár sin tí.
V.- Lo siento, pero no puedes retenerme, es momento de que separemos nuestro camino.

          Carlos y Verónica se divorciaron, ella se quedó con la casa, el departamento, otros bienes que tenían fuera del país, dos autos y la mitad de las acciones. Carlos, perdiendo la mitad de todo lo que tenía y al amor de su vida, cayó en depresión y por poco se va a la quiebra, afortunadamente pudo recuperarse. 

         Verónica por su parte, incrementó su fortuna, se casó con un inversionista y vive muy feliz en España en donde tiene algunos amantes pues su marido no puede quedarse todo el tiempo en Europa por cuestiones de trabajo. Él la ama profundamente y confía ciegamente en ella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Opiniones: