lunes, 3 de octubre de 2011

Me Cagó el Perro

          

          Decidí pasar la mañana leyendo, el día era agradable y fresco así que, tomé el libro, llené un termo con café y me puse los tennis para comenzar el recorrido. Ya sabía a donde quería ir, llegué al parque y me senté en una banca alejada de la zona de ejercicios.

          Era relajante el ruido del viento que me movía el cabello y a ratos alguna hoja viajera caía del árbol para sacarme de las letras. - Que Relajante.

          Pasaron algunas horas, no recuerdo cuantas; llegaba al final del último párrafo de aquél capítulo y entonces al tocar el punto desvié la mirada para aterrizar las ideas, a lo lejos la gente andaba, pero no presté atención, había un perro, clavé los ojos en él pero no lo veía, estaba metida aun en la historia y reflexionaba sobre ella, la mirada que aun me continuaba firme no veía ya el parque pues que estaba ocupada mirando imágenes mentales y llegando a la punta de la conclusión, - ¡Esto significa que...

- Oye tú -  escuché que alguien decía - ¿te parece correcto lo que haces?, ¿Crees que es divertido?

- ¿Perdón?- contesté sin saber aun a quien -¿De qué me habla usted?

- Ahora finges no saber a que me refiero -  contestó la voz y agrego  -Hey, voltea, aquí abajo humano - 

          Bajé la cabeza y sorprendida quedé al descubrir que la voz provenía del perro en el que, minutos antes, había yo fijado los ojos. 

- ¿Pero qué es lo que usted está diciendo? Creo que me confunde y si no, explíquese porque no lo entiendo.

- Mira humano, no te quieras pasar de lista, llevas un rato sentada, leyendo, estás en la parte solitaria del parque, es aquí donde yo vengo a... bueno, uno tiene necesidades naturales y además de aislado el pasto está perfecto. 

- Pero señor, este lugar es público, ¿Qué tienen que ver sus necesidades en este asunto?

Más enojado que antes, elevó el volumen y contestó - El problema jovencita es que eres una impertinente, estás tú con ese libro y justo cuando estaba yo llevando mi actividad a cabo, alzas la cara y me observas, pero no lo hiciste antes, cuando yo giraba alrededor del lugar, tampoco cuando me agachaba sino que, esperaste para molestarme un el acto y eso no es cómodo ¿Te gustaría que te vieran en tú silla con agua mientras disfrutas de la evacuación?, pues a mi no, cohibiste mi asunto y creo que disfrutas mirando ese tipo de cosas pues sonreías, ustedes los hombres y mujeres tienen gustos tan repugnantes, nunca puedo entender como es que dominan el mundo, eres asquerosa, igual que todos, como los niños odiosos mientras nos lanzan piedras y ustedes son los ofendidos cuando mordemos a sabiendas que es lo justo y tenemos buenas razones para hacerlo, pero esto así no se queda... que mal están...

          Y aquél perro seguía hablando mientra se iba, yo no logré entender porque me reclamaba pues en ningún momento lo ví mientras defecaba -Que loco animal y todavía me insulta, me cagó por algo que yo no hice, que fastidio, ¡Me Caga!.






1 comentario:

Opiniones: