jueves, 1 de diciembre de 2011

Despertando al Caos

3:45am
Agitada, empapada en sudor y de nuevo sola, sola en mi habitación. ¿Qué día es? tampoco el celular me lo decía. Cerré los ojos, pensé en tranquilizarme, perdí la noción y quedé dormida.

4:45am
Han pasado exactamente 45 minutos desde mi último abrir de ojos, no sé si estoy despierta, pero esto se asemeja mucho a lo que conozco como la realidad. La cama ahora está completamente mojada, como el pijama. El sudor comienza a inundarlo todo, parece que intenta ahogarme sin que yo pueda darme cuenta, mientras estoy perdida en los sueños que no recuerdo. 

Cierro los ojos y al instante esas imágenes me atacan, ya no hay sólo oscuridad, porque lo que era todo negro ahora cambia significativamente de formas, me muestra lo que yo conozco pero que aún no entiendo. 
No puedo dormir más, me incorporo y me encuentro sentada, miro mis pies, uno tiene un calcetín y el otro está quieto y desnudo. 

Las articulaciones están engarrotadas, incluso moverme lento me cuesta, hago el intento comenzando por el cuello, ¡Crac! algo dentro ha rugido como un trueno. De a poco, juego con el ritmo de mi corazón como único acompañante sonoro para conseguir movimiento en todo el cuerpo. Lo consigo y me levanto. Camino muy despacio, no tengo prisa y aunque la tuviera, mi cuerpo no está preparado para correr.

Llevo la cabeza en blanco, ¿Qué ha pasado ayer? no tengo una jodida idea, es como si hoy me levantara a la vida después de mucho tiempo. 

Quedo frente a la ventana, tras la cortina se asoman las luces de la calle, la jalo para quedar frente a la soledad, no hay personas, no hay pájaros, no escucho el ladrido de algún perro o el rechinar de los autos, ni la madrugada responde.

Sé que alguien falta en mi cama pero, ¿Quién?, un momento, ¿Quién soy yo?, ¿Cómo me llamo? La cabeza me late, estoy pletórica de quién sabe qué.

He vuelto a la cama, tengo que cerrar los ojos y dejarme llevar, tal vez ahí, en ese mundo yo pueda hallar respuestas, pero no tengo preguntas, en el fondo, estoy segura, no debo conocer la verdad.







-Estoy acostada en la cama, con los ojos cerrados, sólo intento ver qué pasa si permanezco así, viendo lo que hay al otro lado pero, nada puede pasarme, es como los sueños-

De entre la negrura, veo destellos, abarcan todo el rectángulo de mi visión, son blancos y hay más y más, iluminan el entorno, iluminan, iluminan.

Se han formado figuras geométricas, son de todos los colores y al centro, un enorme triángulo invertido, se acerca y me indica que debo ir hacia abajo. Camino entre el blanco y la geometría, creo que puedo caer en cualquier momento. Por alguna razón estoy pensando en música y ahora el lugar está sonando, pero no conozco la melodía, no sé cómo se llama. Entre más camino hacia el triángulo, este se aleja más, es dorado, como el oro y brilla, estoy segura que puede reflejarse en mis ojos.

-Pensé en música y apareció, tal vez si pienso en helado pase lo mismo. A mi lado, una montaña de helado de chocolate, arriba puedo ver la crema batida con fresas y chocolate líquido, acaba de aparecer de la nada. Comeré un poco, se ve tan delicioso. 

El triángulo ha girado, ahora indica que camine hacia arriba pero, yo no he hecho más que caminar al frente, porque no veo dimensiones, todo es tan ¿plano? He tenido que dejar el helado para seguir, podría pensar en cualquier cosa y ésta seguramente aparecerá -Ten Cuidado con lo que Deseas- recuerdo la frase, pero no sé de dónde.

Ahora estoy frente al triángulo, parece un botón enorme, es tan alto que desde donde estoy no puedo ver bien la punta, debo oprimirlo. Estoy tratando con todas mis fuerzas y entonces este al fin se movió, quedó presionado y una luz interna le ha encendido. He mirado atrás de mí, ya no hay nada, sólo está el blanco inmaculado ante mis ojos y delante, el botón que ya no es un triángulo, es una flecha parpadeante.

-Arriba- dije. Algo está temblando bajo mis pies, ahora me eleva y la flecha ha quedado abajo, todo sigue blanco y no hay nada que observar. -Alto. El ascensor se detiene, pongo un pie al frente y confirmo que no voy a caerme, noto la dureza y avanzo, no es diferente al lugar de <<Abajo>> pero entonces. Veo al fondo una pequeña figura oscura, ¿qué es? no puedo evitarlo y corro hacia ella, pero esta no se mueve, cada vez la veo más cerca y más, más, más.

Al llegar comprobé que se trataba de una puerta, a un lado una pequeña inscripción en una placa plateada reluciente, dice: Piense, Sueñe y Abra.

Entiendo de que se trata. Pensé en un águila gigante, la imaginé y dejé que la mente hiciera la suyo, soñé que estaba sobre ella volando el mundo y entonces abrí la puerta y entré.

El águila, ahí está frente a mí, se ha inclinado, parece que quiere que me suba, al rededor todo sigue igual de blanco, lo único que está frente a mi es el águila. -No hay nada mejor aquí, subiré.

He trepado a su lomo, los nervios me están traicionando, como el que se siente cuando te subes a un juego extremo en las ferias, no recuerdo haberme subido a alguno, pero, tampoco recuerdo mi nombre.

-Vuela- ordené. El enorme animal ha emprendido el vuelo, sé que estoy volando porque las alas se le mueven y ha encogido las patas pero, no siento el aire, todo sigue tan blanco como antes.

-Imagina- dijo una voz.

No entiendo muy bien de qué se trata, pero pensé en el aire rozando mi piel y ahora lo estoy sintiendo, imaginaré que volamos sobre un lago, el lago apareció. Estoy llenando todo el lugar, árboles, el clima es frío, a lo lejos visualizo un castillo medieval, es hermoso, muy bello.

Pero entonces, por un instante, tengo miedo, no sé a qué, no sé por qué, pero el miedo me domina y ahora, todo el hermoso lugar se va cayendo a trozos, del cielo azul ha caído un pedazo y todo comienza a derrumbarse, dejando en el lugar vacío el negro penetrante, el Águila ha pegado un chillido, es como si estuviera muriendo, deja de aletear y va cayendo en picada, yo estoy cayendo también. El lago ya no está, nada amortiguará el golpe, el negro está por todos lados, me estrellaré, falta poco, lo presiento, 

-Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.







Tiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
- Rápido Enfermera, Electroshocks. La máquina.
- Sí Doctor.
- Póngalo ahí, de inmediato. Deme eso. Uno, dos tres, descarga. Uno, dos tres, descarga. Uno, dos, tres, descarga.
- Doctor, no responde.
- Uno, dos tres, descarga. Uno, dos, tres, descarga. Uno, dos, tres, descarga.







Tiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, tiii, tiii, tiii, tiii, tiii.

-Ha vuelto, ha vuelto, Doctor ya ha vuelto.
- Llévese esto y regrese pronto, ya sabe que no puede estar sola ni un segundo, necesito que ahora la vigilen más, incrementen la seguridad y los cuidados deben ser intensivos. Registre el incidente, son las 6:45am. Ella estará bien, estará bien.
- Pero Doctor, lleva más 4 meses en coma, ha sufrido al menos 6 paros cardiacos, ¿No cree usted que ella debería descansar ya?. Tal vez ella desea partir.
- ¿Estás loca? Soy el Director de este hospital y nadie debe contradecir mis órdenes, invertiré todo mi dinero si es necesario.
- Pero Doctor...
- Haz lo que te he dicho, ahora, lárgate. Es mi hija, no la dejaré morir.


-Es mi hija, no la dejaré morir. Todo está bien pequeña, todo estará bien, te lo prometo.







12:45am
 Me siento un poco mareada, ya todo está oscuro, no sé qué día es pero mi reloj parece andar perfectamente. Mi cuarto parece más ordenado que antes, todo se ve exactamente igual excepto por ese cuadro que está colgado en la pared, en él sólo hay una flecha dorada y el fondo es todo blanco, no hay más. Creo que la oscuridad me traiciona pero, parece que la flecha se está moviendo.




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