martes, 24 de enero de 2012

Amor, Te Aguardo

        Estoy profundamente enamorada de ti, perdidamente como una loca del hospital psiquiátrico. Te pienso para derretirme sin importar multitudes  o silencios grises. Te recuerdo para reírme como una estúpida. Se forma sin dudas la curvatura roja de los labios en mi cara y de a poco, el blanco y metálico de cada elemento que asoma cauteloso en mi sonrisa.

        Estábamos en aquél lugar desconocido cuando te vi por primera vez, no dijiste palabras pero tus ojos me llamaban con la intensidad sonora de un grito reservado. Sólo en tu mirada quieta logré hallar la paz y me atreví entonces a  reconstruir castillos sin murallas. De un latido tumbé diez mil barreras y ese latir recorrió el mundo. Mi boca parecía calma pero, yo te quiero devorar.

        Toqué tu piel hasta memorizar en un segundo su textura, sentí la suavidad del blanco de las manos que ocultaste por temor y lo supe, yo soy tuya y tú me perteneces sólo a mí porque lo sabemos, me amas como jamás lo has hecho, de la misma forma que lo hago cuando la luz de la luna te ilumina y me muestras tus secretos.

        Quizás he perdido la razón. Ahora entiendo por qué el tiempo no existe y la realidad es incierta. El universo esconde los misterios que al percibirte me fueron revelados. Te noto a cada paso de tu olor que es inocente, que es cálido y cautivante. La única fascinación , la singularidad del arte que se manifiesta con los colores que combinan pensamientos de los que ensordecen y enmudecen son firmados por tu cuerpo esbelto, perfecto como el cielo, el mar, como el supremo del cosmos.

        No te conozco pero tu deber es encontrarme y tatuar mi alma una vez más en el disfraz que poseo en esta dimensión. Búscame hasta que te pierdas y debas regresar pisando tus huellas agotadas y sedientas. Indaga en cada círculo de los infiernos, en la puerta del abismo, en el cáliz del credo y la religión, en la enfermedad del senil y en las alturas del viento en las montañas.

        Encuentrame y no me sueltes, te lo exijo; aunque tengas que amarrarme y secuestrarme. Sin importar los intentos demuestra que eres tú a quien espero, lléname de pies a cabeza, hipnotizame hasta que lo entienda y no queden miedos o heridas de pasadas vidas. Seduce mi aura, te lo ordeno, es lo menos pues eres culpable de la locura que gobierna mi organismo, cada átomo de las células y cuándo lo hagas te besaré eternamente y te corresponderé sin medida porque entiende, no te conozco pero eres tú a la única persona de todo el universo a quién yo amo y estoy segura, nos hemos visto antes, en los otros tiempos. 

        Si no fueras tú quién llega, lo sabré porque no podré amar a un ser ajeno, no sentiré el deseo de besar sus labios y al mismo tiempo ser azotada por la fuerza de una cascada. No sentiré su esencia y mi sangre no le reconocerá como parte de mí. Lamentaré entonces que no has venido pero seguiré esperando entre sueños  para encontrarnos. Comienza, pronto nos veremos mi amor, confío en ti.

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