Ella bailaba sola al compás y vaivén de las olas. Estaba loca, eso creían todos pero no, sólo una vez lo estuvo y fue por amor. Algo cambió su vida, las tragedias marcan y te enloquecen sin que un psiquiatra lo note y por ende jamás llegará ella a una farmacia con receta médica. El dolor le recuerda que aún vive y las olas le dicen que así como ellas vienen y se van, algún día se irá de este mundo con un sólo recuerdo, el dolor jamás dejará de existir.
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