domingo, 21 de abril de 2013

De aquella madrugada.

     Tenía ganas de verte, de mirar un hola y decirte un ¿Cómo estás? De pronto entiendo, no fue más que una quimera nocturna de la madrugada, un sueño en despierta, un suspiro del que no supiste y jamás diré yo.

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