domingo, 29 de diciembre de 2013

La Barbie que quiso cortar su cabello.

Después de sentirse útil e importante, la Barbie miró el espejo una y otra vez. Así pasaron muchos días, muchos años. Un día, aquella muñeca despertó frente al espejo y se perdió en el asombro pues no sabía a quien miraba.

No hay mucho que decir de aquella muñeca, es linda a su modo, es práctica, seria y sincera, tiene sus ratos alegres y otros muchos de reflexión pero ahora se siente perdida y un poco rota, habla menos, ríe menos y llora más. Ella tampoco entiende lo que le pasa pero está completamente segura de que se siente mal. Está sola y hasta parece que quiere estarlo. Ella quiere que la entiendan pero ella tampoco puede entenderse. Necesita que le tomen la mano, que la guíen y que la amen profundamente. Pide a gritos atención, en el fondo es sólo una niña confundida y temerosa. Pero nadie lo sabe, nadie lo nota, todos asumen que la cosa va bien.


Báldimo

Mirada Perdida

- Estúpida, te has convertido en un robot monstruoso y gigante - me gritaba la enana cirquera pero yo no podía hacer nada más que mirar fijo el horizonte desfragmentado.

                                                                                                             Báldimo